Por Cristián Muñoz y Alexander Galetovic →

El Plan de acción nacional de cambio climático, 2017-2022 es la hoja de ruta chilena para cumplir los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero.

El Ministerio del Medio Ambiente acaba de publicar el Plan de acción nacional de cambio climático, 2017-2022. Su finalidad es delinear un plan para cumplir con los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que Chile adquirió en la conferencia COP-21 de París de 2015. En París, Chile se comprometió a reducir en 2030 en 30% un índice de emisiones por unidad de PIB (tCO2/US$), respecto de su valor en 2007. En la conferencia COP-15 de Copenhague de 2009 Chile también se comprometió a reducir las emisiones en 20% en 2020 respecto de la línea base calculada en 2007 (la meta 20/20). Sin embargo, este compromiso es voluntario y el gobierno no ha dicho si piensa cumplirla o si lo descartó.

 

Si se consideran las emisiones netas, es decir, descontando el secuestro forestal, el índice de emisiones por unidad de PIB de Chile es uno de los más bajos del mundo. Sin embargo, Chile ha sido entusiasta proponente de políticas destinadas a reducir las emisiones de GEI. Como ya se dijo, ya en 2009 comprometió la meta 20/20; en 2008 y 2013 votó las leyes que obligaron a generar el 10% y luego el 20% de la electricidad con energías renovables no convencionales (ERNC); y en 2014 introdujo un impuesto a las emisiones de CO2 de las centrales eléctricas de US$5 por tonelada que entrará en vigencia en 2017.

Gobernanza

Según el Plan, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) propondrá las políticas climáticas. Sin embargo, las decisiones las tomará el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad (CMS). Este consejo estará compuesto por el Ministro del Medio Ambiente (quien lo presidirá) y sus pares de Agricultura, Hacienda, Salud, Economía, Energía, Obras Públicas, Vivienda, Transportes, Minería y Desarrollo Social. A este grupo se sumará el Ministerio de Relaciones Exteriores, quien participa en las negociaciones internacionales. Por último, a la discusión se sumarán equipos interministeriales, SEREMIS y representantes de gobiernos regionales, provinciales, y municipios.

Ejes de acción

El Plan propone dos “ejes de acción” principales, adaptación y mitigación. El eje “adaptación” consiste en seguir recolectando información y realizar más estudios para estimar cuán vulnerable es el país a los efectos del cambio climático. Los datos resultantes se usarán para calibrar los modelos que se usarán para elaborar planes sectoriales de adaptación. Sin embargo, el Plan no menciona acciones concretas de adaptación.

 

En eje “mitigación” menciona acciones para varios sectores. Sin embargo, pareciera que el Plan se concentrará en reducir las emisiones de la generación de electricidad1, que emite alrededor del 25% del CO2eq. Aquí el Plan se cuelga de la Política Energética 2050 del Ministerio de Energía, que fijó como meta generar el 60% de la electricidad con energías renovables en 2035 y el 70% en 2050. El Plan también quiere fijar metas de eficiencia energética en transporte, calefacción e industria. Sin embargo, no describe las acciones concretas que permitirán cumplir con las metas, aunque contempla definir indicadores de cumplimiento y menciona la correspondiente burocracia que estará encargada de calcularlos.

Conclusiones

El Plan define un exceso de procedimientos, protocolos y coordinaciones que podrían ser difíciles de implementar. Le da poca importancia a las medidas de adaptación, a pesar de que Chile es un país expuesto a los efectos del cambio climático. Y tal parece que será la generación de electricidad la que soportará la mayor carga, tal como ha ocurrido donde se ha tratado de implementar agendas climáticas (v.gr. Europa, Australia y Nueva Zelanda). Un aspecto positivo del Plan es que insiste en que las medidas sean costo-eficientes. Seguramente, las evaluaciones incluirán los beneficios ambientales por reducción de emisiones de contaminantes locales. Por último, el Plan no se refiere al cumplimiento de la meta 20/20.

Notas

  1. La generación de electricidad es responsable de sólo el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cristián Muñoz y Alexander Galetovic

Editores de Breves de Energía.

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