La prohibición empezaría en 2040 y buscaría disminuir la contaminación del aire (The Sun).
La medida aplicaría sobre todos los automóviles híbridos convencionales con autonomía eléctrica de menos de 80 km, es decir, cerca del 98% de los vehículos actualmente en venta. Se cree que la prohibición también podría aplicar sobre los vehículos híbridos que se pueden enchufar a la red eléctrica.