Cierre de centrales a carbón reduce tasa de mortalidad, Data Centers y baterías de litio-metal

De acuerdo a un reciente estudio publicado en Nature Sustainability, el cambio en los Estados Unidos del carbón al gas natural en la producción de energía eléctrica, ha reducido la intensidad las emisiones de dióxido de carbono y de emisiones locales de SOx y MP, disminuyendo los impactos en la salud y la tasa de mortalidad de las zonas afectadas por la contaminación. El estudio también descubrió que el cambio del carbón al gas natural tuvo impactos en la agricultura y el clima.

El estudio de la Universidad de California, analizó datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, junto con datos de la contaminación del aire donde las centrales eléctricas fueron retiradas, entre 2005 y 2016. Durante ese período, se desmontaron más de 300 unidades generadoras a carbón y fueron reemplazados en gran parte por más de 600 unidades de gas natural puestas en línea. El cambio resultó en un estimado de 26.610 muertes menos en todo el país y en un ahorro de US$570 millones por menores pérdidas en cultivos. Si se considera que las emisiones se transportan hasta 200 km desde su fuente, el ahorro en vidas alcanza a 38.200 y a US$4.800 millones asciende el ahorro por menores pérdidas de cultivos.

Por otro lado, el gobierno de los Estados Unidos anunció importantes modificaciones a la ley de protección ambiental, que rige hace cincuenta años. Se rebajarán los requisitos de los estudios medioambientales para grandes infraestructuras, lo que permitirá acelerar proyectos como minas, oleoductos, gasoductos o aeropuertos. La iniciativa se suma a otros golpes a la regulación ambiental como el recorte a los límites contaminantes de los vehículos. El argumento para debilitar las normas federales es acelerar proyectos que han estado paralizados durante años en los juzgados por causa de los grupos ambientalistas.

Los incendios forestales en Australia sobrepasan a los incendios en el Amazonas y California combinados. Hasta ahora, las llamas han quemado 11 millones de hectáreas, han muerto más de 20 personas y unas 2.300 casas han sido destruidas. Muchos australianos piensan que el gobierno podría haberse preparado mejor y el resto del mundo se pregunta si ahora se acelerarán las políticas climáticas rezagadas de este país.

Las lecciones para Chile de catástrofes como esta es entender dónde deben estar las prioridades, cuando se trata de cambios en el clima.

En Brasil, se discute que el plan de biocombustibles aceleraría la deforestación del Amazonas. En noviembre de 2019, el gobierno levantó la prohibición del cultivo de caña de azúcar en el Amazonas, con la intención de producir más palma aceitera para biocombustibles. Esto llevaría a abrir caminos previamente inaccesibles en la selva para la plantación de la palma y generar nuevos ciclos devastadores de deforestación.

Levantar esta prohibición se suma a la ya enorme presión sobre la selva tropical por la ganadería, la producción de soja, las represas hidroeléctricas y la minería.

Pese al rápido crecimiento en el tráfico de Internet, la demanda mundial de electricidad para los centros de datos se ha mantenido estable, principalmente gracias a un uso más eficiente de la energía. En todo el mundo solo se consumieron alrededor de 200 TWh en 2018, o aproximadamente el 1% del uso global de electricidad. Se espera que la demanda de electricidad de los centros de datos a nivel mundial se mantenga estable hasta 2021, a pesar de un aumento proyectado del 50% en las cargas de trabajo del centro de datos.

Sin embargo, a nivel local, estos grandes centros de datos representan enormes cargas de demanda de electricidad, agregando presión a las redes eléctricas y aumentando el desafío de las transiciones de energía.

Por último, regresan las baterías de litio-metal con más capacidad que las de ion de litio. El litio metálico es atractivo como material de batería porque libera con mayor facilidad electrones e iones de litio cargados positivamente. Estas baterías fueron desarrolladas en los setenta, sin embargo, no fueron producidas comercialmente debido a su alto costo.