Los incendios forestales en Australia han abierto un debate nacional sobre cómo responder a una crisis que costó la vida de decenas de personas y cientos de millones de animales, y en la que se quemaron más de 10 millones de hectáreas. La presión aumenta sobre los fondos de pensiones locales y los administradores de activos, para tratar con seriedad el calentamiento global y la necesidad de una economía baja en carbono.

Pero el gobierno liderado por el primer ministro Scott Morrison ha rechazado los llamados a  hacer reformas y no eliminará las industrias de recursos fósiles. Australia es el mayor exportador mundial de carbón y representa cerca del 4 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. La bolsa de valores de Australia alberga a 633 empresas de metales y minería, con Glencore, BHP y Yancoal como los tres principales productores de carbón del país.

A propósito de combustibles fósiles, en Argentina  la empresa YPF vende gas natural a US$1 el MMBTU y es acusada de depredar los precios. El precio es un quinto del valor al que los productores argentinos venden el gas natural a Chile.

En Reino Unido se está realizando un innovador ensayo al inyectar por primera vez hidrógeno en una red de gas. La mezcla de 20% de hidrógeno y gas natural se está utilizando para calentar 100 hogares y 30 edificios de la Universidad de Keele. La prueba se extenderá hasta julio y, si tiene éxito, se implementará un piloto para entregar esta mezcla a 670 viviendas y locales comerciales.

La calefacción a casas y empresas representa la mitad del consumo de energía del Reino Unido y un tercio de sus emisiones de dióxido de carbono. El despliegue de la mezcla de hidrógeno al 20% en todo el país podría ahorrar aproximadamente 6 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año, el equivalente a sacar 2.5 millones de automóviles de la carretera.

Tal como adelantara BdE en 2019, la tecnología fotovoltaica basada en material de perovskita ya ha entrado en su fase de industrialización. La perovskita es más barata que el cristal de silicio y combinada con este material pueden alcanzar eficiencias por sobre el  28%. Ya se están estableciendo líneas de producción de bajo volumen, asociándose con fabricantes de silicio y células solares CIGS y atrayendo el interés de inversores y partes interesadas.

A propósito del debate sobre las emisiones de carbono de los vehículos eléctricos en comparación a un automóvil diésel se entregan algunas argumentos a favor de los primeros.

Las emisiones de carbono no son la única externalidad negativa que mitigan los vehículos eléctricos, sino que también reducen la contaminación del aire y el ruido.

La tecnología de la batería sigue siendo cara de fabricar y los híbridos son el mejor medio que tenemos en este momento para reducir estas emisiones.

Según la consultora Emissions Analytics incentivar la adopción de tecnología híbrida les da tiempo a los países para desarrollar la infraestructura necesaria para los automóviles eléctricos, ya sea en forma de fuentes de energía más limpias o mitigando los diversos problemas de la cadena de suministro de la tecnología de baterías, lo que permitiría que los objetivos de emisiones pudieran cumplirse para el 2030.

 

 

 

 

 

 

 

 

Karin Messenger

Editora de Breves de Energía.

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