En este momento estás viendo Australia, un errático camino hacia las energías limpias
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Poseedor de grandes reservas de gas y carbón y uno de los mayores exportadores de este último, Australia posee, no obstante, las tarifas de electricidad más altas del mundo.

Su agenda energética y climática ha sido muy errática, primero al definir un impuesto al carbono que luego derogó. Y luego, al imponerse metas de uso de energías renovables que posteriormente ha debido reducir, otorgando en este plano subsidios que terminaron deprimiendo los precios del mercado mayorista. Ello impidió la construcción de centrales termoeléctricas e, incluso, el retiro de muchas centrales a carbón ya existentes.

Lo que la agenda no consideró, fue el hecho de que las energías renovables no controlan su energía, lo cual implica que ellas, por sí solas, no pueden ofrecer un suministro 24×7, es decir, las 24 horas, los 7 días de la semana. El inalcanzable precio de las baterías, que ayudarían a subsanar esta situación, deriva en que, a la postre, el complemento deba obtenerse desde centrales termoeléctricas. Pero si estas últimas no existen, o se retiran − tal como ha ocurrido − el sistema se ve enfrentado a elevados precios e incluso a cortes, como los acontecidos este año en el sur de Australia.

De este modo, el gobierno estaría planeando abandonar, al menos parcialmente, su plan de energía limpia, presionando, por una parte, a los productores de gas a privilegiar el suministro interno y, por otra, dando incentivos a generadores para que continúen manteniendo en operación sus centrales a carbón. Un verdadero revés a la agenda energética.

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