Crece la inquietud entre los inversionistas por la exposición al riesgo climático de las empresas. De hecho, estas están cada día más presionadas para revelar los impactos a que podrían estar sometidas por los cambios del clima. Se espera que las empresas enfrenten un récord de 75 o más propuestas de accionistas relacionadas con el clima en las próximas reuniones anuales.
En relación a las adaptaciones que deben hacer los países respecto al cambio climático, la Cuarta Evaluación de Cambio Climático en California presentó una serie de acciones concretas para la adaptación en este estado. El informe recomienda por ejemplo reducir la densidad de los árboles en los bosques y remover material combustible. Ahora, frente al suministro de agua recomienda el uso de pronósticos probabilísticos hidrológicos, mejores mediciones de la nieve, y otras formas modernas de administrar el sistema de agua para mejorar las operaciones de reserva y la seguridad en caso de inundaciones.
Este estudio estatal entrega datos que permiten hacer mejores proyecciones sobre el cambio climático en las esferas de toma de decisiones e información para proveer evaluaciones de vulnerabilidad y estrategias de adaptación para el sector de energía de California, los recursos del agua y su gestión, océanos y costas, bosques, incendios forestales, agricultura, biodiversidad y hábitat, y salud pública. Un informe que podría realizarse en Chile, considerando las problemáticas muy similares que tiene a este estado de EEUU.
La empresa francesa Engie abandonará 20 países, donde exista demasiado riesgo político o no pueda ser un jugador importante, y centrará sus inversiones en los próximos tres años en servicios de energía, energía renovable e infraestructura. En tres años la compañía ha vendido 14.000 millones de euros de activos, principalmente relacionados con el carbón.
La inversión se centrará en tres áreas, los países desarrollados con alta sensibilidad ambiental en Europa occidental, América del Norte, así como algunos países asiáticos como Australia y Singapur, donde los clientes quieren energía renovable, renovación de infraestructura y soluciones energéticas sofisticadas.
Por otro lado, el gobierno australiano busca acuerdo político para desarrollar el hidrógeno como combustible. El gobierno de Morrison contrató a un científico experto en el tema con la intención de desarrollar una hoja de ruta para una potencial industria de exportación de US$1.700 millones.
El hidrógeno se está promoviendo como un reemplazo para el gas natural. Según recomendaciones de los especialistas se debe permitir hasta un 10% de hidrógeno en la red de gas doméstica, lo que incluye realizar los cambios regulatorios necesarios y la implementación de estándares técnicos. Además, se deberían construir estaciones de servicio de hidrógeno en cada estado y territorio, centradas en el transporte pesado, lo que podría satisfacer la demanda por transporte con cero emisiones.
Las exportaciones irían principalmente a mercados como Japón, Corea del Sur o China
La fuerte demanda de energía más limpia en Asia continuó impulsando un rápido crecimiento en el uso de gas natural licuado (GNL) en 2018, con un aumento de la demanda mundial de 27 millones de toneladas a 319 millones de toneladas, según señala la última publicación de Shell LNG Outlook.
En este documento se reconoce el creciente papel del gas y el GNL a medida que el mundo aborda la mala calidad del aire y el cambio climático y se espera que el crecimiento de la oferta a corto plazo sea absorbido por Europa y Asia. Anteriormente, el estudio de BP señalaba que al 2040, las energías renovables y el gas son las fuentes primarias de energía que más crecerán.
Karin Messenger
Editora de Breves de Energía.
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