Pese a los graves efectos del cambio climático, con las heladas en Chicago y los incendios en California, las empresas Exxon y Chevron acaban de anunciar sus planes para aumentar la producción de petróleo y gas natural desde la Cuenca Pérmica. Este sector es el principal campo de recursos fósiles no convencionales en Texas.
Exxon apunta a producir 1 millón de barriles por día para 2024, lo que representa un aumento del 80%. En tanto, Chevron está apuntando a más del doble de su producción de petróleo y gas a 900,000 bpd para fines de 2023.
Se espera que la producción de petróleo de la cuenca Pérmica alcance los 4 millones de barriles por día este mes. Eso es aproximadamente un tercio de la producción total de los Estados Unidos, que se ubica en un récord cercano a 12 millones de barriles por día, según cifras preliminares del gobierno.
China está desarrollando sus recursos de petróleo y gas no convencional, con la esperanza de dejar de depender de fuentes de energía extranjeras.
Solo la empresa China National Petroleum ha invertido 4.000 millones de dólares en la generación de shale gas en la cuenca de Sichuan. Sin embargo, el fracking habría provocado actividad sísmica en la zona, lo que generó protestas de la población.
En China, como en otros países, este vínculo sigue siendo objeto de debate. Los partidarios de la tecnología y el gobierno afirman que no hay conexión directa, aunque los estudios han demostrado lo contrario. El fracking aumenta la presión bajo tierra, lo que puede causar que las fallas existentes se deslicen.
La instalación de medidores inteligentes en el Reino Unido podría costar a cada hogar 100 £ más de lo esperado y los propietarios no obtendrían beneficios durante cinco años, según advirtió un informe de la Oficina de Auditoría Nacional (NAO).
De acuerdo al estudio, retrasos y problemas técnicos amenazan con agregar cerca de £ 3 mil millones, al costo del proyecto. El gobierno señaló originalmente que el costo total sería de £ 11 mil millones, o £ 374 por hogar, pagado por los consumidores a través de mayores facturas de energía. Sin embargo, cada hogar tendrá un costo adicional de £ 93, eliminando el ahorro de cinco años generado por los dispositivos. Según la NAO, los medidores inteligentes ahorrarán a cada hogar un promedio de £ 18 por año durante las próximas décadas.
A principios de noviembre, se habían instalado 3.000 medidores de segunda generación en el norte de Inglaterra y Escocia, en comparación con los 106.000 de primera generación en el resto de Gran Bretaña. Esto implicaría un problema de incompatibilidad técnica y que el Reino Unido no cumpla con el plazo de tener en 2020 cada hogar un medidor inteligente, lo que podría generar multas a las empresas de energía.
Faltan cargadores y la red eléctrica tiene que ser de mayor capacidad para un mejor desarrollo de la electromovilidad. Pero, la estación de carga rápida en Duisburg, Alemania, podría ser la respuesta. Su techo de 180 metros cuadrados está cubierto con paneles solares, y tiene 210 kilovatios-hora de almacenamiento de batería, para evitar que se sobrecargue la red local cuando los vehículos están conectados a las cuatro estaciones de carga. Los 150 kW entregados en cada compartimiento es suficiente para cargar las baterías de un automóvil al 80 por ciento en aproximadamente 10 minutos.
A propósito de fuentes de energía renovable, en Tailandia se experimenta con plantas solares flotantes en embalses y represas. El estado tiene como objetivo instalar esta tecnología en ocho represas en las próximas dos décadas, ya que son una solución en países poblados y con escasez de tierra. Las diversas centrales hidroeléctricas del país ofrecen aguas de almacenamiento ideales y el uso en ellas de energía solar flotante tiene mucho sentido, porque la infraestructura de la red ya está construida.
De los 1.1 gigavatios del mundo de la capacidad solar, 450 megavatios existen en China, Japón, India y Corea del Sur, y Tailandia quiere entrar también en este mercado. La Autoridad de Generación de Electricidad del Estado de Tailandia (EGAT) anunció en enero que la instalación del primer proyecto, una granja de 45 MW en la represa Sirindhorn, comenzaría en abril, y otras cuatro lo seguirían después.
El mayor fondo de riqueza soberana, que administra US$1.000 de los activos de Noruega, reducirá su exposición en inversiones de exploración de petróleo y gas provenientes del Mar del Norte, pero seguirá participando en empresas como BP y Shell que tienen divisiones de energía renovable.
El Fondo de Pensiones, cuyos activos superan a los de China, cambió la estrategia respaldado por los consejos del Banco Central de Noruega y afectará, al 1,2% de sus tenencias de capital.
GPFG dijo que la decisión fue motivada por el deseo de proteger la economía noruega de las caídas del precio del petróleo.
Karin Messenger
Editora de Breves de Energía.