Desde 2015 ha disminuido en un 84% la construcción de nuevas plantas de carbón en el mundo y un 39% solo en 2018. El informe, del Global Energy Monitor, respaldado por una ONG, dice que los costos de la energía renovable están reduciendo el uso del carbón en el mercado eléctrico, más de 100 instituciones financieras tienen productores de carbón en la lista negra y la acción política para reducir las emisiones de carbono crece.
Pese a estos hechos, los analistas advierten de un posible resurgimiento de la industria del carbón en China, donde las fotos de satélite muestran que los desarrolladores han reiniciado el trabajo en proyectos suspendidos. Un informe del Consejo de Electricidad de China, que representa a las empresas eléctricas, propone permitir 290GW de nueva capacidad, más que toda la flota de carbón de Estados Unidos.
En relación al precio del carbón en la cuenca del Asia Pacífico, sigue a la baja. Según advirtió un informe del Gobierno de Australia el auge de las ganancias de las exportaciones de carbón podría estar en peligro, si China cambia al suministro de carbón nacional, que obtiene más fácilmente tras la expansión de su red ferroviaria, y si las restricciones portuarias continúan favoreciendo a los competidores.
El informe advirtió que este país enfrentaba una amenaza inminente al comercio de carbón térmico con China por 5.000 millones de dólares. El informe señala que aunque los productores australianos podrían encontrar otros mercados como India, la presión sobre los precios sería a la baja.
Por otro lado, Japón se opondrá a las centrales eléctricas de carbón nuevas o a su ampliación, lo que golpeará también a las exportaciones australianas, dando un giro hacia las energías renovables. Una transición más rápida de lo anticipado por parte del sector energético japonés, que compra el 39% del carbón térmico extraído en Australia. Ese país es el segundo mayor exportador de carbón en el mundo.
De acuerdo a reportes de la IEA (Agencia Internacional de Energía) las emisiones de carbono relacionadas con la energía aumentaron a un nivel récord el 2018, a medida que se elevó la demanda de energía y el uso del carbón, principalmente en Asia.
Según estimaciones de esta institución, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía aumentaron un 1,7 por ciento con respecto al año anterior, la tasa de crecimiento más alta desde 2013. La principal razón sería que la demanda global de energía creció un 2,3 por ciento en 2018, impulsada por una mayor demanda de calefacción y refrigeración en algunas partes del mundo.
Las emisiones de CO2 de los Estados Unidos aumentaron un 3,1 por ciento en 2018, revirtiendo una disminución del año anterior, mientras que las emisiones de China aumentaron un 2,5 por ciento y las de India un 4,5 por ciento. Por otro lado, en Europa cayeron un 1,3 por ciento y las de Japón cayeron por quinto año consecutivo.
Las últimas estadísticas del Gobierno de Reino Unido sobre las instalaciones de los medidores inteligentes, muestran que los proveedores instalaron 4.7 millones en 2018, los que podrían presentar graves fallas de conmutación.
La mayoría de los aparatos eran modelos de primera generación y más de la mitad pierden sus funciones inteligentes al cambiar de proveedor. Por esta razón, se fijó un plazo para que las empresas de energía instalaran medidores de segunda generación, que si son capaces de conservar sus funciones al cambiar el cliente de empresa.
El objetivo de los medidores inteligentes es ayudar a los hogares a controlar el uso de energía al mostrar los costos en tiempo real y cualquier problema en su instalación será sancionado por el regulador.
En España ya cerca del 62% de los más de 28 millones de aparatos instalados son digitales o medidores inteligentes, según cálculos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). A través de un video test se resuelven las dudas de los clientes sobre su funcionamiento.
A propósito del uso de energías limpias, en Reino Unido se construirá una red de estaciones eléctricas de cargadores ultra rápidos diseñada para satisfacer las necesidades de los conductores de vehículo eléctricos.
La empresa de energía sostenible GRIDSERVE construirá en cinco años 100 estaciones, que podrán cargar completamente un vehículo en menos de 30 minutos y cada una de ellas será respaldada por energía solar y almacenamiento de batería. Esta infraestructura con una inversión de 1.160 millones de euros acelerará la revolución del vehículo eléctrico, servirá a la red y ayudará al Reino Unido a cumplir los objetivos de clima y aire limpio.
Karin Messenger
Editora de Breves de Energía.