La extensión del decreto preventivo de racionamiento incorpora la mantención de una disponibilidad de diésel de seguridad. Sin embargo, el mecanismo podría ser caro y tardío.

 

Por Cristián Marcelo Muñoz

La sequía prolongada está afectando el suministro de electricidad en Chile, una situación que en agosto de 2021 derivó en un decreto con medidas preventivas para evitar el racionamiento y que ha llevado a un nuevo decreto que amplía su vigencia hasta septiembre de este año. El nuevo decreto también incorpora la mantención de una disponibilidad de diésel por motivos de seguridad para el suministro de electricidad, la cual se mantendrá mientras dure la emergencia1.

En el reciente estudio de BdE se estiman los volúmenes de seguridad y sus correspondientes costos. El rango de variación es alto, pues depende fuertemente de los supuestos que se consideren en la disponibilidad de GNL. En el escenario más favorable, el diésel de seguridad mensual sería de poco más 136.000 m3, con un máximo diario de 5.157 m3. En el más desfavorable, el volumen mensual de seguridad escalaría a más de 264.000 m3, con un máximo diario de 6.673 m3.

Los costos de mantener la logística que permita disponer de los volúmenes de seguridad, fluctuarían entre 82 y US$161 millones; equivalentes a un cargo único de 1,8 a US$3,34/MWh. Estos costos serían mayores de seguir escalando el precio del petróleo.

La aplicación del decreto podría toparse con algunos problemas prácticos. De un lado, está la escasez de unidades de transporte terrestre con estanques de almacenamiento y de conductores especializados. Del otro, dado los cortos plazos, los distribuidores de petróleo podrían encontrar poco atractivo participar en el proceso de provisión de diésel.

La disponibilidad de gas es sumamente relevante en los resultados. De hecho, más del 60% del consumo de diésel ocurre en centrales duales, es decir, que pueden operar con petróleo o gas; si estas centrales disponen de gas, el volumen diario de seguridad podría caer a la mitad.

La falta de disponibilidad de petróleo de las centrales termoeléctricas, ha dejado en evidencia un problema serio en la regulación del sector, o bien, en los mecanismos de chequeo del CEN. Sorprende que en el sistema exista una capacidad instalada en centrales a diésel de más 3.300 MW2, las que perciben más de US$200 millones anuales por asignación de suficiencia y que, sin embargo, poco menos de la mitad tenga combustible para operar de manera continua3. Esto señala la urgente revisión de la asignación de los ingresos de suficiencia de las centrales termoeléctricas. Con todo, el decreto no propone una solución que aborde el problema de fondo, que trata de un cambio en la modalidad de operación de las centrales termoeléctricas, en particular, las que usan diésel. En efecto, ya sea por la incorporación de las ERV, o bien, por el cambio en el clima, estas centrales deberán operar de manera más continua y en las horas sin generación solar.

En la práctica, las medidas propuestas en el decreto son tardías, y probablemente no tendrán mayores efectos en impedir una falla en el suministro de electricidad. Sin embargo, otras medidas parecieran ser mucho más factibles de implementar. Los generadores pueden adelantar o aumentar los volúmenes de GNL comprometidos en el programa anual de buques, o bien, pueden tratar de traer gas desde Argentina en los meses de invierno. Los embalses pueden cambiar su modalidad de operación, priorizando la mantención de reservas, lo que implicaría reemplazar tempranamente su generación, por energía de termoeléctricas a gas o por aquellas que tengan disponibilidad de diésel. El CEN debe programar la restricción de petróleo, lo que sinceraría el valor del agua de los embalses y el costo marginal de la energía. Los generadores deficitarios también pueden negociar reducciones de consumo con sus clientes. Todas estas medidas podrían activarse si los costos marginales dieran cuenta de la escasez de energía, evitando con ello una crisis en el sistema.

El estudio completo se puede descargar aquí. El video del webinar se puede ver aquí.

 

Notas

    1. El nuevo decreto fue publicado recién en marzo y extiende las medidas del decreto N°51.
    2. No se incluye a las centrales duales.
    3. BdE, La disponibilidad de petróleo en las centrales termoeléctricas, diciembre de 2021. Disponible en www.brevesdeenergia.com.
*Estudio financiado por la Asociación Gremial de Clientes Eléctricos No Regulados (Acenor).

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Por Cristián Marcelo Muñoz

Director de BdE, profesor de Economía de la Energía y Medio Ambiente en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Profesor Regular en la Escuela Iberoamericana de Regulación Eléctrica, en la P. Universidad Católica de Chile.
Email de contacto cmmunozm@brevesdeenergia.com

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