Por Pauline Chiffelle

La nueva línea en corriente continua traería la generación renovable que se espera se conecte en el norte del país en las próximas décadas.

Recientemente el Coordinador Eléctrico Nacional dio inicio al proceso de licitación internacional para la construcción de la línea de transmisión eléctrica que unirá la subestación Kimal, en el norte del país (Región de Antofagasta), con la subestación Lo Aguirre, en la Región Metropolitana.

Este proyecto forma parte del Plan de Expansión de Transmisión de Obras Nuevas aprobado mediante Decreto Supremo N°231/2019, modificado parcialmente por el Decreto Supremo N°163/2020, ambos del Ministerio de Energía, siendo una de las principales obras de transmisión requeridas en el Sistema Eléctrico Nacional con el fin de posibilitar la conexión de nuevas unidades en las próximas décadas. Se espera que el proyecto sea adjudicado en octubre de 2021, siguiendo la modalidad que especifica la Ley de Transmisión de 2016. El traspaso del costo de esta línea será directo a las cuentas de los clientes, según esta misma ley lo especifica.

Esta será la primera línea de transmisión en Chile que usaría esta nueva tecnología consistente en corriente continua (HVDC), bipolo, con capacidad de 2.000 MW por polo, un nivel de tensión de, al menos, 600 kV. Además, la línea será la de mayor extensión que se haya construido en Chile, con unos 1.500 kilómetros de extensión.

Según la CNE, este proyecto resultaría imprescindible para transportar al centro del país los grandes volúmenes de energía eólica y solar, que se espera se conecten en las próximas décadas en la zona norte del país. Según estudios realizados por el Coordinador, la CNE y el Ministerio de Energía, esta línea permitiría reemplazar en las próximas décadas la generación de las centrales a carbón, y con ello impulsar el proceso de descarbonización que busca lograr metas de carbono neutralidad al año 2050. Estos mismos estudios señalan que el trazado en paralelo al actual corredor Kimal – Polpaico de 500kV, que tendrá la nueva línea, permitirá al sistema interconectado contar con una red más robusta y resiliente ante los efectos del cambio en el clima o posibles congestiones en el sistema de transmisión.

Se espera que la nueva línea entre en operación a fines de 2028; un supuesto algo optimista si se consideran los inconvenientes que afectaron la construcción de la línea Cardones – Polpaico de 753 kilómetros, lo que significó que la interconexión entre los sistemas del norte y del centro del país, se concretara con varios años de retraso, implicando costosas congestiones. Una situación que podría atenuarse con oportunos estudios de impacto ambiental y trabajos en terreno con las comunidades.

La información sobre la licitación, así como el calendario de ésta se encuentran disponibles en: https://www.coordinador.cl/.

Pauline Chiffelle Horsel

Abogado – socia de Dentons Larraín Rencoret y asociada a BdE.

Email de contacto pauline.chiffelle@dentons.com.

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