El precio de petróleo Brent superó los USD 78/b, marcando su mayor nivel desde noviembre de 2014, mientras que el WTI alcanzó a USD70/b.
Las razones del alza en el precio del crudo se explican por la caída en la producción de Venezuela, unos 700.000 b/d en los últimos doce meses y por el retiro de los Estados Unidos del acuerdo con Irán, con el consecuente restablecimiento de las sanciones sobre ese país. A ello se suma, un fuerte crecimiento de la demanda por sobre lo esperado y el éxito de la alianza entre la OPEP y Rusia en el control de la producción, la cual, podría extenderse por los próximos 10 a 20 años.
Un reciente análisis del Banco de las Américas (BofA) no descarta el riesgo de que el precio siga escalando, pudiendo llegar a USD100/b en 2019. Según el BofA un potencial déficit en la producción de unos 630.000 barriles en 2018 podría llevar el precio a USD80/b en 2018 e incluso escalarlo a USD100/b si el déficit continúa en 2019.
Las estimaciones del precio del petróleo a más de seis meses han demostrado ser bastante inciertas. Por ejemplo, recién en febrero de este año la IEA señalaba que el precio del petróleo habría llegado a su techo en USD70/b, debido a que se esperaba un aumento significativo en la producción de petróleo no convencional en los Estados Unidos.
De aquí que conviene ser cuidadoso con los escenarios alarmistas que surgen ante las alzas repentinas del precio del crudo. Los productores independientes de los Estados Unidos han mostrado responder rápidamente a los precios, de modo que, no sería sorpresa que aumenten nuevamente sus tasas de producción disminuyendo con ello las presiones al alza del precio del crudo. De hecho, la IEA pronosticaba que la producción de petróleo en los Estados Unidos alcanzaría prontamente los 11mb/d, superando a Arabia Saudita e, incluso, a Rusia hacia fines de este año, tomando el liderazgo de la producción mundial.
Cristián Marcelo Muñoz
Fundador de Breves de Energía.
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