Centrales a carbón con pérdidas, bajan costos de generadoras eólicas e incendios forestales

Una reciente publicación aborda las implicancias financieras de los cambios recientes en la economía de la energía del carbón en la Unión Europea. El 79% de los generadores de carbón de la UE funcionarían actualmente con pérdidas y podrían llegar a perder € 6,57 mil millones en 2019, principalmente debido a la competencia de la energía eólica y solar, y el gas, de menor costo.

Con respecto a la generación eólica mar adentro, la IEA afirmó que ésta podría suministrar toda la demanda mundial de electricidad a precios competitivos, ya que en los próximos años se esperan caídas de los costos del 40%.

La IEA considera que la capacidad eólica mundial en alta mar puede aumentar 15 veces y atraer alrededor de US$ 1 billón de inversión acumulada para 2040. Esto se debe a la caída de los costos, las políticas gubernamentales de apoyo y algunos avances tecnológicos como turbinas más grandes y cimientos flotantes. Hoy, la capacidad eólica marina en la Unión Europea es de casi 20 gigavatios y se espera que aumente a cerca de 130 gigavatios para 2040.

Los generadores de energía del Reino Unido recibirán £ 1.000 millones luego de que la Comisión Europea dictaminara que el controvertido sistema de pagos por capacidad del país no infringió las reglas de ayuda estatal de la Unión Europea.

El sistema se congeló el año pasado, cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea argumentó, que estaba favoreciendo injustamente a los productores de combustibles fósiles y potencialmente rompiendo las reglas de subsidios estatales. Finalmente, se determinó que el esquema de energía de respaldo no rompió estas reglas.

Las grandes compañías alemanas de energía E.On y RWE se adaptan a las demandas climáticas y toman caminos opuestos.

Hace cinco años, los dos grupos tenían esencialmente el mismo modelo de negocios. En marzo, acordaron un intercambio de activos de 43 mil millones de euros. RWE decidió centrarse en la generación, con un fuerte énfasis en la energía renovable. E.On, por el contrario, decidió apostar por el lado estable y regulado de la red y la distribución del negocio.

Debido a los incendios forestales al norte de San Francisco, el gobernador de California declaró estado de emergencia, hubo evacuaciones y millones de personas quedaron sin electricidad. Las empresas de servicios públicos programaron cortes de electricidad para evitar más incendios a causa de los fuertes vientos.

Previo a esta emergencia PG&E declaró que planeaba ampliar los cortes de energía a casi 3 millones de californianos. La empresa señaló que lo cortes serían en 36 condados para evitar que las líneas eléctricas provocaran incendios. El corte de electricidad sería una repetición más extensa del apagón de 36 horas a principios de este mes, que cortó el suministro eléctrico a 750 mil clientes de PG&E.

Los incendios en 2017 y 2018 fueron atribuidos a equipos de transmisión defectuosos de PG&E. La empresa buscó protección por bancarrota a principios de este año, ya que trató de lidiar con los pasivos de los últimos dos años de incendios, estimados en entre 15.000 y más de 50.000 millones de dólares. La situación de PG&E ha agudizado la lucha entre la comisión de servicios públicos del estado, los políticos y las ciudades locales sobre la mejor manera de administrar los servicios locales de electricidad.