La emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y el consecuente aumento global de la temperatura, producto del uso de combustibles fósiles, podría acarrear serias consecuencias en las ciudades costeras alrededor del mundo, dejando sumergidas a varias zonas pobladas.
Aunque el fenómeno ha sido estudiado, el cálculo que realiza Climate Central, es elocuente: a un incremento de 3ºC, el mar se elevará en promedio unos dos metros a fines de siglo. El hecho parece no poder precaverse, ya que, aún si se cumplieran los compromisos tomados por las naciones en París 2015, el incremento en la temperatura a fines de siglo no sería inferior a los 3°C.
Si se realiza una simulación usando el modelo desarrollado por esta organización, un incremento de 3°C en las principales ciudades costeras de Chile − La Serena, Talcahuano, Concepción y Punta Arenas− las dejaría en gran parte sumergidas a fines de este siglo.
A pesar de esta realidad, los países escasamente han preparado a sus ciudades para los efectos del cambio en el clima.