Por Ignacio Núñez
En 2010 el 27% del CO2eq se emitió al generar electricidad. ¿Quién emitió el 73% restante?
A fines del 2014 Chile le entregó a las Naciones Unidas su inventario nacional de gases de efecto invernadero. El Inventario contabiliza las emisiones de cada fuente y uso y las convierte en toneladas de CO2 equivalente (CO2eq)1. También calcula las toneladas de CO2eq que la biomasa absorbe por el crecimiento de bosques y pastizales, y las toneladas que se liberan por la producción de madera, los incendios forestales y la quema de leña.
¿Quién emite CO2eq en Chile?
El Cuadro 1 muestra las emisiones brutas y netas de Chile en 1990 y 2010 según el Inventario de 20142. Entre 1990 y 2010 las emisiones de CO2eq casi se duplicaron, desde 49,9 hasta 91,6 millones de toneladas. Tanto en 1990 como en 2010 la mayor parte del CO2eq se emitió quemando combustibles fósiles para producir energía. Las emisiones del sector energía aumentaron algo más rápido que las totales, y por eso su participación aumentó desde el 67% de las emisiones totales en 1990 hasta 75% en 2010. El Cuadro 1 muestra que poco más de un tercio de las emisiones producidas quemando combustibles fósiles provino de centrales eléctricas, y poco menos de un tercio las emitieron vehículos a gasolina o diésel. El tercio restante provino de múltiples fuentes, incluyendo hogares, comercios y empresas productivas.
Al lector quizás podría llamarle la atención que dentro del sector energía aparezcan el transporte, la manufactura, la construcción e, incluso, los comercios y hogares. La sorpresa quizás se debe a que se suele creer que “energía” es lo mismo que “energía eléctrica”3. Se trata de una nomenclatura un tanto desafortunada, porque induce a equívoco. Poca gente piensa en “energía” cuando pisa el acelerador del auto, aunque la combustión de bencina genere la energía que mueve al auto y emita CO2.
A diferencia del sector energía, que produce directamente CO2 por combustión, la agricultura produce metano (por la digestión de los animales y el estiércol) y óxido nitroso (por los fertilizantes, los residuos de cosechas y el estiércol). Entre 1990 y 2010 las emisiones de CO2eq de la agricultura también aumentaron, aunque poco, desde 10,7 hasta 13,9 millones de toneladas. Por eso, su participación en las emisiones totales cayó desde 21% hasta 15%. El 10% restante se reparte entre emisiones de procesos químicos y físicos necesarios para producir cal, cemento, ácido nítrico, hierro y acero (6%); emisiones de rellenos sanitarios, vertederos, basurales y manejos de aguas residuales (4%); y del uso de lubricantes y cera de parafina (menos del 1%).
La composición de las emisiones en Chile es parecida a la del resto del mundo. Tal como muestra el Cuadro 2, en 2010 el 78% de las emisiones del resto del mundo proviene de la combustión de combustibles fósiles (Chile: 75%), el 14% de la agricultura (Chile 15%) y el 8% de procesos industriales y residuos (Chile: 10%). Quizás la diferencia más notoria es que en el resto del mundo poco más de una de cada tres toneladas de CO2eq (35% del total) se emitió produciendo electricidad, mientras que en Chile las centrales eléctricas emitieron sólo una de cada cuatro toneladas (27%).
La biomasa y las emisiones netas
Los árboles y los pastizales son parte de la biomasa. Absorben CO2 de la atmósfera para crecer, fijándolo en su estructura. Cuando la madera se quema o se cosecha y luego descompone, el CO2 capturado para crecer vuelve a la atmósfera4,5.
El Cuadro 1 muestra que la forestación capturó 128,6 millones de toneladas de CO2 en 2010. Al mismo tiempo, la leña que se quemó y la descomposición de la madera cosechada emitieron 68,4 millones de toneladas, mientras que los incendios forestales y otros agregaron 10,3 millones de toneladas más6. El resultado neto es que la biomasa absorbió 49,9 millones de toneladas. Gracias a esto, el país emitió sólo 41,7 millones de toneladas de CO2eq.
El Cuadro 1 también muestra que en 1990 la biomasa absorbió una cantidad similar de CO2 − 50,8 millones de toneladas. Esto no es casual. Obedece a que la absorción neta se debe, fundamentalmente, al crecimiento del bosque nativo. Por el contrario, según el inventario cada año la industria forestal cosecha más o menos la misma cantidad de biomasa de la que planta y cosecha.
El crecimiento del bosque nativo y la absorción neta que causa implican que Chile es distinto al resto del mundo. Tal como se aprecia en el Cuadro 2, en el resto del mundo la biomasa lejos de absorber CO2, contribuye alrededor del 10% de las emisiones totales.
Para concluir
Los resultados del Inventario ponen en perspectiva las políticas que el Gobierno está aplicando para reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
El Inventario muestra que concentrar las medidas de mitigación en la electricidad es ineficaz, porque sólo una de cada cuatro toneladas de CO2eq se emite al generarla. Concentrar las medidas de mitigación en la electricidad también es ineficiente, porque seguramente existen mitigaciones más baratas, aún desaprovechadas, en el resto de las actividades económicas.
El Inventario también muestra que las emisiones brutas sobrestiman la cantidad de gases de efecto invernadero que emite Chile − las emisiones netas suman menos que la mitad de las emisiones brutas. Por el contrario, en el resto del mundo las emisiones brutas miden con bastante precisión las emisiones netas, porque las emisiones netas de la biomasa son casi cero.
Por último, Chile emite poco CO2eq, aun medido por emisiones brutas. En efecto, en 2010 emitió 0,29 kg de CO2eq por dólar de PIB (base 2010), mientras que el resto del mundo emitió 0,49 kg. Y medido por emisiones netas, la distancia es aun mayor: en 2010 emitió apenas 0,13 kg de CO2eq por dólar de PIB, mientras que el resto del mundo emitió 0,55 kg.
En realidad, llama la atención que, siendo responsable de menos del 0,1% de las emisiones del mundo y uno de los países que menos CO2eq emite por dólar de PIB, Chile se haya autoimpuesto en París metas de reducción de emisiones más estrictas que la mayoría de los países del mundo, incluyendo los emisores más grandes.
Notas
- Se suele hablar de “emisiones de CO2“ (dióxido de carbono), pero también causan el cambio climático las emisiones de metano, óxido nitroso y gases fluorados. Una tonelada de metano equivale a 21 toneladas de CO2, y una tonelada de óxido nitroso a 310 toneladas de CO2. Los gases fluorados equivalen entre 140 y 6.500 toneladas de CO2 según su tipo. Con estas equivalencias se construye la unidad estándar, la tonelada de CO2 equivalente (CO2eq).Del total de emisiones mundiales de CO2eq, el 76% es CO2, el 16% es metano, el 6% es óxido nitroso y el 2% restante son gases fluorados. ↩
- Cada cierto tiempo Chile hace un inventario de gases de efecto invernadero. En esta Breve reporto el inventario que se publicó en 2014. Con el tiempo la metodología y los datos han ido mejorando en sucesivos inventarios. Por eso, cada vez se vuelven a calcular las emisiones de cada año desde 1990. Por ejemplo, el inventario del 2014 usa la metodología del IPCC de 2006, mientras el inventario del 2010 usa la metodología del IPPC del 1996. ↩
- A veces, esta confusión trepa hasta los más altos niveles. Por ejemplo, en 2011, el capítulo 11 del Informe del estado del medio ambienteconfunde a la generación eléctrica y la “industria de la energía” y reporta las emisiones del “sector energía” mediante una infografía que muestra torres y líneas de alta tensión (que, por lo demás, no emiten CO2). ↩
- El inventario estima el CO2 que captura cada año el crecimiento de la biomasa y le descuenta el CO2 liberado por combustión y descomposición. El resultado es la absorción neta de CO2. ↩
- En el inventario, la biomasa se indica como UTCUTS (en inglés LULUCF) que significa “uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y la silvicultura”. ↩
- La madera que se usa para hacer muebles o en la construcción se descompone gradualmente. El inventario estima el flujo anual de la descomposición del stock de madera. ↩
Ignacio Núñez
Profesor Instructor en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes en Santiago, Chile.
Ingeniero Civil de Industrias con diploma en Ingeniería Eléctrica y Magíster en Ciencias de la Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile.