Por Marcos Pourteau

Se han instalado como ciertas algunas premisas que dan cuenta de mitos alejados del actual dinamismo que presenta la industria del GNL.

El mercado internacional del gas natural licuado (GNL) aparece para muchos como un universo oscuro, difícil de entender, volátil y riesgoso. Es cierto que es un mercado global complejo, sin embargo, se han asumido como ciertas algunas premisas, que son más bien mitos y que es conveniente aclarar en la discusión del GNL inflexible.

Primer mito: el mercado de GNL es inmaduro, pequeño, y dominado por unos pocos

La lectura de este primer mito afecta la percepción del mercado y sus riesgos, y cómo debe comprenderse la contratación de GNL de un país importador de volúmenes pequeños.

El mercado del GNL tiene una larga historia. El 25 de enero de 1959 partió el metanero MV Methane Pioneer desde la costa del golfo de Luisiana hacia el Reino Unido con el primer cargamento oceánico de GNL. Un poco más tarde, en la década de los sesenta, los Estados Unidos, Argelia y Libia aumentaron las instalaciones de licuefacción. Y desde los setenta, el mercado está en un continuo crecimiento.

Hoy, es un significativo mercado en donde se tranzan 360 millones de toneladas por año (mtpa), casi similar en tamaño al del acero con 436 millones de toneladas comercializadas internacionalmente en 2020. Existen 20 países exportadores de GNL y 43 que lo importan. La capacidad global de licuefacción es de 454 mtpa, y la de regasificación es de 947 mtpa. La flota global de GNL cuenta con 640 buques con una capacidad total de carga de 95 millones de toneladas.

Segundo mito: los proyectos de GNL involucran una gran infraestructura punto a punto, cuyo financiamiento requiere de compromisos firmes de compraventa en contratos de largo plazo

Si bien, es cierto que los grandes proyectos de licuefacción requieren enormes inversiones y que su estructuración financiera es compleja, esta afirmación refleja una visión pasada de la industria. A nivel global, desde 2010, se han comenzado a desarrollar mercados cada vez más líquidos y competitivos de GNL, posibilitando una mayor competencia en la industria y la caída de las barreras de entrada a los grandes mercados.

En 2020, prácticamente un 40% del volumen fue transado en el spot o en contratos de corto plazo. Esto es posible gracias a un número de factores. Se ha aumentado la capacidad de exportación de GNL y los Estados Unidos han aparecido con un novedoso modelo de negocios de tolling. Aumentó la capacidad de regasificación y aparecieron importantes volúmenes de capacidad ociosa, lo que permite que cada vez más países, entre ellos Argentina y Brasil, estén comprando GNL en una modalidad spot. Las cláusulas que fijan un destino, están siendo reemplazadas por una destinación flexible, junto con la aparición del reloading, que permite volver a cargar el gas en un terminal de regasificación. Singapur, Japón y China se están consolidado como nuevos hubs de gas natural y GNL, facilitando las transacciones y compitiendo entre ellos. La flota de buques dedicados al transporte de GNL y que no está asociada a contratos de largo plazo ha crecido significativamente. Finalmente, ya han aparecido Portfolio Players y han ingresado las grandes casas de trading de commodities en las transacciones del GNL.

Adicionalmente, la existencia de un contrato de largo plazo con cláusulas take or pay, no excluye la posibilidad de realizar arbitrajes de precios, o de negociar nuevas flexibilidades sobre los volúmenes de GNL comprometidos. De hecho, son operaciones habituales en el mercado internacional, y es fuente de una cantidad importante de volúmenes que se transan en el mercado spot. Incluso más, las diferencias de precios entre las distintas regiones del mundo han sido el motor tras el impulso a los arbitrajes internacionales, generando beneficios para los compradores y vendedores en sus contratos de largo plazo.

Tercer mito: en Chile, el mercado alternativo del gas natural es pequeño y no tiene flexibilidad para absorber volúmenes que no sean consumidos por el sector eléctrico

Mas que un mito, más bien, existe una confusión respecto de dónde buscar la flexibilidad para las importaciones chilenas de GNL. Es correcto pensar que, una vez descargado el GNL en las terminales de Chile, la flexibilidad será baja y estará ligada al mercado interno; aun existiendo los relodings, que, aunque eventuales, son opciones disponibles una vez realizadas las inversiones necesarias. Sin embargo, se olvida que las mayores flexibilidades existen antes de realizar la descarga.

Quizás, este es el principal problema que se observa en la discusión de la normativa de GNL Inflexible en Chile, perdiéndose la oportunidad de un análisis más interesante de las reglas de inflexibilidad. La base de la flexibilidad y las oportunidades de arbitraje se encuentran cuando existen opciones de redireccionar los cargamentos a otros mercados y estas oportunidades son enormes. Si bien, no siempre un redireccionamiento será posible, ni rentable, existen numerosas oportunidades en que efectivamente lo serán, y deberían ser parte del proceso de toma de decisiones de cualquier comprador de GNL.

Conclusiones

El mercado internacional de GNL ofrece hoy enormes flexibilidades para minimizar los costos de las rigideces involucradas en el suministro de GNL a Chile, pero se requiere modificar la actual visión que se tiene de los contratos de GNL, por una más dinámica. En definitiva, se trata de un problema que involucra una optimización dinámica de stocks y flujos, similar al manejo de las expectativas de generación hidroeléctrica y al despacho de agua de los embalses, que incluye las restricciones inevitables de cualquier problema de ingeniería, sin embargo, con la gran ventaja de que es posible comprar o vender cargamentos a fin de modificar los flujos futuros del GNL. Esta es la gran oportunidad de tener un sistema mas eficiente de abastecimiento de combustibles en el mercado.

Sin duda, la reglamentación del GNL Inflexible es una herramienta de manejo de riesgos para los generadores que compran GNL, es así que, cualquier modificación de la reglamentación, debe focalizarse en esta arista y en la capacidad de los generadores de encontrar herramientas que les permitan administrarlos. También debe garantizar un abastecimiento eficiente del mercado, que no incurra en costos innecesarios, ni les conceda a los compradores de GNL opciones gratuitas financiadas por el resto de los generadores.

Marcos Pourteau

Ingeniero Industrial de la Universidad Católica Argentina y fellowship en el MIT. Consultor desde Julio 2018, con más de 25 años de experiencia en el sector energético. De 2015 a Julio 2018 fue Subsecretario en el Ministerio de Energía y Minería de Argentina. Su experiencia anterior incluye 15 años como ejecutivo internacional en Total S.A., con roles en Argentina, Reino Unido, Francia y Nigeria, previamente trabajó en Central Puerto S.A. y en YPF S.A.

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