El Gobierno de Chile acaba de publicar el Informe de Planificación Energética de Largo Plazo, el primero de su tipo tras la aprobación en 2016 de la Ley de Transmisión, que establece que el proceso de planificación se realice cada cinco años.
El estudio tiene como objetivo final el identificar potenciales Polos de Desarrollo de energía renovable, de manera que sean considerados en la planificación anual de los sistemas de transmisión eléctrica que debe realizar la Comisión Nacional de Energía. Tras este paso, la intención es construir de forma adelantada el sistema de transmisión que necesitarán para que su energía pueda llegar a los centros de consumo.
El Informe debe contemplar un horizonte de planificación de al menos 30 años, al tiempo de considerar distintos escenarios de oferta y demanda energética del país. Para esta versión, se consideraron cinco escenarios, elaborados según diversos supuestos en disposición social, crecimiento económico, mejoras en las tecnologías de almacenamiento, costos de las externalidades ambientales provocadas por el uso de combustibles fósiles, costos de inversión en tecnologías renovables, y precios de los combustibles fósiles.
A fin de determinar los Polos de Desarrollo, el Gobierno definió cinco criterios. El primero considera que las áreas recomendadas deben contener tecnologías eólica terrestre, hidráulica o geotérmica. El segundo, consiste en que dichas zonas no deben estar próximas a los sistemas de transmisión existentes. El criterio tres señala que la puesta en marcha de las áreas recomendadas debe ser entre los años 2025 y 2044, mientras que el cuarto criterio, indica que las áreas recomendadas deben encontrarse en los planes de obras de al menos tres de los escenarios previamente definidos. Finalmente, el quinto criterio señala que las áreas recomendadas deben ser de un tamaño relevante para el sistema.
Pese a lo señalado, y en base a estos cinco criterios, el Informe no identifica potenciales Polos de Desarrollo.