Los modelos matemáticos permiten estimar la propagación de la epidemia y el impacto que tendrán las diferentes estrategias de intervención. Es así, que la diferencia entre no hacer nada y restringir el movimiento es de varios órdenes de magnitud.
Luego de las necesarias medidas decretadas por la Autoridad para detener el avance del COVID-19, la menor actividad económica se reflejó inmediatamente en un importante descenso en el consumo de electricidad.
Las recientes reducciones no programadas en el suministro de gas natural han provocado importantes incrementos en los precios spot del sistema eléctrico.
Recientemente el Coordinador adjudicó las primeras subastas de servicios de balance de red. Los principales ganadores de estas subastas fueron los generadores con embalses.
El Precio Estabilizado al cual acceden los pequeños generadores ha experimentado una brusca caída. La baja en los precios básicos de energía y potencia y la aplicación de la ley 21.185 serían las causas.
Se espera una fuerte caída en demanda y en el precio spot de la electricidad. La caída de los precios internacionales de los combustibles también contribuirá al desplome del precio spot.
La mayor integración de centrales eólicas y solares FV, incrementará la demanda por flexibilidad e implicará redefinir los ingresos por potencia entre los generadores.
La creciente necesidad de modernizar algunas regulaciones del sector de electricidad, podría traer importantes novedades en transmisión, distribución, comercialización y flexibilidad del sistema.
La menor actividad económica de octubre se reflejó en una importante caída en el precio spot del sistema, impactando las ventas de energía de los generadores.
La modificación en la Ley congela sólo el precio de la energía presente en las tarifas de electricidad y es equivalente a un crédito sin intereses que prestarán los generadores a los clientes regulados.